martes, 31 de julio de 2012

4 de Agosto 16.30 hs. : IL RISORGIMENTO parte 1



El proceso de unificación se puede resumir así: a comienzos del siglo XIX la península itálica estaba compuesta por varios estados (Lombardía, bajo el dominio austríaco; los Estados Pontificios; el reino de Piamonte; el reino de las Dos Sicilias, entre otros), lo que respondía más a una concepción feudal del territorio que a un proyecto de estado liberal burgués. 
Conde de Cavour
Después de varios intentos de unificación entre 1830 y 1848, que fueron aplastados por el gobierno austríaco, la hábil política del Conde de Cavour, ministro del reino de Piamonte, logró interesar al emperador francés Napoleón III en la unificación territorial de la península, que consistía en expulsar a los austríacos del norte y crear una confederación italiana; a pesar de la derrota del imperio austríaco, el acuerdo no se cumplió por temor de Napoleón a la desaprobación de los católicos franceses. Aun así la Lombardía fue cedida por Napoleón al Piamonte. Además, durante la guerra se presentaron insurrecciones en los ducados del norte, los que luego fueron anexados al Piamonte, con lo cual se cumplió la primera fase de la unificación.
 
Garibaldi

En la segunda fase se logró la unión del sur cuando Garibaldi, inconforme con el tratado entre Cavour y Napoleón, se dirigió a Sicilia con las camisas rojas, conquistándola y negándose a entregarla a los piamonteses; desde allí ocupó Calabria y conquistó Nápoles. En 1860 las tropas piamontesas llegaron a la frontera napolitana. Garibaldi, que buscaba la unidad italiana, entregó los territorios conquistados a Víctor Manuel II. Mediante plebiscitos, Nápoles, Sicilia y los Estados Pontificios se anexaron al reino de Piamonte y al futuro rey de Italia, Víctor Manuel II. El proceso de la unificación no fue producto de la voluntad popular pese a los plebiscitos convocados por Cavour, por tanto la acción del Estado se centró en la construcción de una nacionalidad italiana.
El papel conspirativo de la masonería o de los intereses de las distintas potencias europeas (concretamente Inglaterra, interesada en crear un fuerte antagonista a la enemiga Francia) también se han aducido como causa del «Risorgimento».
Historiadores como Benedetto Croce ven el proceso como el que completó el Renacimiento italiano, interrumpido por las invasiones francesas y españolas de la Italia del siglo XVI. Este renacimiento nacional alcanzó -desde Florencia- todas las regiones habitadas por gente italiana (inclusive Sicilia y luego Istria y Dalmacia -como Italia irredenta- en el siglo XX).
Mazzini     
En cualquier caso, el proceso fue encauzado finalmente por la casa de Saboya, reinante en el Piamonte (destacadamente por el primer ministro conde de Cavour), en perjuicio de otras intervenciones «republicanas» de personajes notables (Mazzini, Garibaldi) a lo largo de complicadas vicisitudes ligadas al equilibrio europeo (intervenciones de Francia y Austria), que culminaron con la incorporación del último reducto de los Estados Pontificios en 1870. El nuevo Reino de Italia continuó la reivindicación de territorios fronterizos, especialmente con el Imperio austrohúngaro (Trieste/Istria/Dalmacia y el Trentino), que se solventaron parcialmente en 1919 tras la Primera Guerra Mundial (Tratado de Saint-Germain-en-Laye y expedición de Gabriele D'Annunzio).



Estampilla conmemorativa del 150º aniversario

ÍNDICE CRONOLÓGICO de las óperas de Verdi

Para ir familiarizándonos con las óperas completas de Verdi, publicamos hoy una cronología que facilite relacionar las fechas de sus obras con los años en que se produjeron los acontecimientos claves del Risorgimento.
Este material me parece imprescindible para comenzar a conocer la producción verdiana , no sólo para esta oportunidad sino para consultarlo en forma permanente



1
1839
Primeros
Intentos
2
1840
3
1842
El Éxito
4
1843
Búsqueda de un
estilo propio
5
1844
6
1844
Los


años  de



galeras
7
1845
8
1845
9
1846
10
1847
11
1847
12
1847
13
1848
14
1849
15
1849
16
1850
17
1851
Trilogía
popular
18
1853
19
1853
20
1855
Óperas  de situaciones





Trilogía de
la madurez
21
1857
22
1857
23
1859
24
1862
25
1867
26
1871
27
1887
Las dos
últimas
28
1893

lunes, 30 de julio de 2012

IL RISORGIMENTO 1era. parte



mapa de la época


A principios del siglo XIX el político austriaco Metternich afirmaba que Italia era sólo una «expresión geográfica» (cada pueblo tenía sus diferentes costumbres, lengua, bandera e himno). Ocupaban la península Itálica un mosaico de estados, algunos ocupados por potencias extranjeras.
Napoleón conquistó la península y modificó el mapa completamente. Con su derrota, el Congreso de Viena (1815) reestructura de nuevo el espacio geográfico de Italia, atendiendo especialmente a los intereses de las familias dinásticas y las grandes potencias europeas, nunca a los intereses del pueblo.  
El Imperio austríaco se anexionó Lombardía y el Véneto y además colocó a príncipes austríacos en el trono de Parma, Módena y Toscana. Cerdeña y Piamonte se unificaron en el Reino de Piamonte-Cerdeña, el cual recibió Saboya y Niza. Se restauraron los Estados Pontificios y a los Borbones en el trono de Nápoles, que pasó a llamarse Reino de las dos Sicilias. Los gobernantes impuestos por el Congreso de Viena no contaban con el apoyo popular, por lo que tuvieron que estar auxiliados por el Imperio Austriaco.
La interpretación nacionalista de la literatura italiana identifica la dominación española de Italia con un periodo de decadencia en su literatura debido, entre otras cosas, a la acción de la Inquisición. Algunos autores (como Giordano Bruno) sufrieron persecución por motivos religiosos, como también había ocurrido en la Edad Media. La identificación del ocupante con la opresión formaba parte de la ampliamente difundida propaganda antiespañola conocida como Leyenda Negra, entre cuyos productos artísticos puede contarse el Don Carlo de Verdi. 
El célebre compòsitor es él mismo un símbolo viviente del Risorgimento, pues, además de su compromiso personal y artístico con la causa italiana, su nombre se gritaba como acrónimo de Vittorio Emanuele Re d'Italia (Victor Manuel, Rey de Italia).
La Unificación de Italia fue el proceso histórico que a lo largo del siglo XIX llevó a la unión de los diversos estados en que estaba dividida la península , en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas «no italianas». Ha de entenderse en el contexto cultural del Romanticismo y la aplicación de la ideología nacionalista, que pretende la identificación de nación y estado.


estampilla conmemorativa


domingo, 15 de julio de 2012

El papel de Salomé


Maude Allan en la escena de la cabeza
Según el deseo del compositor la cantante capaz de asumir exitosamente el papel debía tener La voz de una Isolda de dieciséis años, requerimiento imposible dado que no existe soprano dramática con el poderío vocal suficiente para interpretar a Salomé siendo joven. Las exigencias vocales del papel de Salomé son las mismas que las de Isolda, Brunilda, o Turandot, en que, de manera ideal, el papel exige el volumen, la resistencia y la potencia de una auténtica soprano dramática. El tema común de estos cuatro papeles es la dificultad de elegir una soprano ideal que tenga una voz verdaderamente dramático al tiempo que consigue parecer una mujer joven.
A pesar de todo, Maria Cebotari, Ljuba Welitsch, Birgit Nilsson, Leonie Rysanek, Éva Marton, Radmila Bakočević, Montserrat Caballé, Anja Silja, Phyllis Curtin, Karan Armstrong, Nancy Shade, Dame Gwyneth Jones, Catherine Malfitano, Hildegard Behrens, Maria Ewing y Karita Mattila se encuentran entre las más memorables intérpretes del papel en el último medio siglo. Cada una de estas cantantes ha proporcionado su propia interpretación del rol titular. 

La combinación de timbre y poderío vocal utilizado por Welitsch marca la norma que cautelosamente siguieron sus sucesoras Astrid Varnay, Birgit Nilsson, Anja Silja, Leonie Rysanek, Inge Borkh, Cheryl Studer, Teresa Stratas, Catherine Malfitano y otras.
Además de las exigencias vocales y físicas, el papel también exige la agilidad y la gracia de una prima ballerina cuando se interpreta la famosa Danza de los siete velos. Encontrar a alguien con todas estas cualidades es extremadamente desalentador. Debido a la complejidad de las demandas del papel, algunas de sus intérpretes se han centrado en lo vocal optando dejar la danza para dobles que sean bailarinas profesionales. Otras han optado por combinar los dos e interpretar la danza ellas mismas, que es lo más próximo a las intenciones de Strauss. En cualquier caso, al final de la "Danza de los siete velos", algunas sopranos (o sus dobles) llevan un body color carne debajo de los velos, mientras que otras (particularmente, Malfitano, Mattila y Ewing) han aparecido desnudas al final del baile.