lunes, 1 de julio de 2013

GIUSEPPE VERDI




Nació el 10 de octubre de 1813 en Roncole, estado de Parma, hijo de Carlos Verdi y Luisa Uttini,
campesinos analfabetos. Muy pronto un mecenas se hizo cargo de Giuseppe, se llamaba Antonio
 Barezzi, era gestor de la Sociedad Filarmónica de Busetto y  propuso ayudarle.

Sus dos primeros maestros fueron el canónigo Don Seletti y el director de la escuela de música
de Busetto, maestro de capilla y organista de la Catedral. En 1832 fue rechazado por el 
conservatorio de Milán a causa de su juventud y de que "sus ejercicios no mostraban especiales
aptitudes para la música". Fue discípulo del compositor milanés Vincenzo Lavigna.

De regreso a Bussetto , en 1833 fue director de la Sociedad Filarmónica. Cuando contaba 25 años
 vuelve a Milán y su primera ópera estrenada fue Oberto conde de San Bonifacio en el año
 1839 en La Scala, no tuvo repercusión alguna. Su ópera cómica Un giorno di regno
 (Un día de reino, 1840) fracasó y, afectado por las muertes de su mujer Margarita Barezzi
y de dos de sus hijos, decide abandonar la composición.

Un año después el director de La Scala lo convence para que escriba Nabucco (1842).
Lo hizo en menos de tres meses y la ópera causó gran sensación, ayudado por el tema de la
cautividad de los judíos en Babilonia que era considerado por el público italiano como una
 alusión a la oposición al gobierno austriaco en el norte de Italia. Apareció la costumbre de
aclamar a Víctor Manuel como rey de Italia al decir "Viva Verdi" ya que el nombre del
compositor era un acrónimo de la frase "Vittorio Emanuele Rè d'Italia".
En muchas de las representaciones de sus óperas se producían verdaderos motines patrióticos
 que requerían la intervención del Ejército. Los voluntarios italianos cantaban algunos números
 de sus óperas cuando iban a luchar contra los austríacos. A estas óperas siguieron
I Lombardi alla prima crociata (1843) y Ernani (1844), que gozaron de gran éxito.

De las 11 óperas siguientes sólo Macbeth (1847) y Luisa Miller (1849) se mantienen en
el repertorio actual de ópera. Rigoletto (1851), Il trovatore (1853) y La Traviata (1853),
 que supusieron su consagración, se encuentran entre las más populares de todos los tiempos.
 Entre las óperas que escribió en los siguientes años se encuentran Las Vísperas Sicilianas
(1855), Simone Bocanegra (1857) Un ballo in maschera(1859), La forza del destino
(1862) y Don Carlo (1867). Aida (1871) fue encargada por el virrey de Egipto
para celebrar la inauguración del Canal de Suez y su estreno se produjo en El Cairo.

Tres años más tarde compuso su obra no operística más importante el Réquiem (1874)
en conmemoración de la muerte del escritor italiano Alessandro Manzoni.
Entre sus composiciones no operísticas destacan la cantata dramática Inno delle nazioni
(1862) y el Cuarteto para cuerda en mi menor (1873) así como un Te Deum, compuesto a
 los 85 años y otras obras religiosas.

Cuando contaba 70 años compuso Otello (1887), con un libreto que el compositor y libretista
 italiano Arrigo Boito había adaptado hábilmente de la tragedia de William Shakespeare.
Cuando parecía que el ciclo del compositor había llegado a su fin , en 1893 presentó
su última ópera : Falstaff .

Llegó a ser diputado y senador y la gente lo adoraba no sólo como músico, sino por su
significado en la lucha por la reunificación de Italia.

Giuseppe Verdi falleció el 27 de enero de 1901 en Milán.


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