Es interesante apuntar que en el año de la puesta de Manon Lescaut en Turín en el año 1893, a nivel astral se conjugaban los dos planetas más lentos conocidos, Neptuno (lo espiritual, lo oculto...) y Plutón (regeneración y cambio...), esto generaba una energía cósmica global que daba lugar a nuevas formas de "despertar espiritual" en el hombre que van emergiendo lentamente "a la superficie" desde su mente subconsciente. Es una influencia generadora de cambios de actitudes en la sociedad humana. El éxito del día de la puesta no había sido nada casual, la intuición innegable de Puccini estaba demostrada. Mario Bandera
Es interesante apuntar que en el año de la puesta de Manon Lescaut en Turín en el año 1893, a nivel astral se conjugaban los dos planetas más lentos conocidos, Neptuno (lo espiritual, lo oculto...) y Plutón (regeneración y cambio...), esto generaba una energía cósmica global que daba lugar a nuevas formas de "despertar espiritual" en el hombre que van emergiendo lentamente "a la superficie" desde su mente subconsciente. Es una influencia generadora de cambios de actitudes en la sociedad humana. El éxito del día de la puesta no había sido nada casual, la intuición innegable de Puccini estaba demostrada. Mario Bandera
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