El argumento se basa en un nombre que aparece en el canto XXX del Infierno de la Divina Comedia, como uno de los personajes en el infierno. Pero el fundamento de la trama de la ópera de Puccini es, sin embargo, un comentario anónimo florentino sobre la Divina Comedia de Dante publicado en 1866, que aclara esa breve referencia en la obra de Dante. No se conocen los detalles de la vida de Gianni Schicchi, que fue un personaje real que vivió en el siglo XIII en Florencia, pero por el comentario anterior y otros adicionales, Gianni Schicchi fue famoso por su capacidad de suplantación de personas, y por ello fue al infierno.
La acción transcurre en Florencia, en el año de 1299.
Buoso Donati ha muerto en su cama. Su familia le llora melodramáticamente, hasta que se enteran del rumor de que Donati habría dejado todo su dinero al monasterio local en su testamento. Empiezan a buscar frenéticamente el testamento. Rinuccio, su sobrino, lo encuentra, pero se niega a dárselo a su tía Zita hasta que su tía acepte una condición: si el testamento es favorable a la familia, ella debe permitirle casarse con la hija de Schicchi, Lauretta. Después de aceptar, la tía toma el testamento, y manda a buscar a Schicchi. Pero cuando el testamento confirma el rumor, todos se ponen furiosos y se niegan a permitir que Rinuccio se case.
BOCETO PARA LA ESCENOGRAFÍA |
¿Qué se puede hacer?
Schicchi y Lauretta llegan entonces, y son recibidos fríamente. Rinuccio insiste en que Schicchi puede resolver el problema, y le dejan de mala gana que lo intente. Schicchi envía a su hija lejos. Después de oír que nadie más sabe de la muerte de Donati, le dice al doctor, cuando llega, que Donati se encuentra mejor y que sus servicios no son necesarios. Rinuccio corre a buscar al notario. Schicchi reemplazará a Donati y dictará un nuevo testamento. Los familiares se ponen de acuerdo sobre la repartición de las propiedades de Donati, excepto en cuanto a la mula, los molinos y la casa (los mejores bienes del finado). Los familiares acuerdan dejar a Schicchi que decida quién heredará esos bienes, pero todos vuelven para tratar de sobornarle, cada uno en su favor. Schicchi les recuerda en una hermosa aria el castigo por suplantación. El notario llega entonces y Schicchi se otorga en el testamento la mula, los molinos y la casa a sí mismo, ante la furia de los familiares, que nada pueden hacer por temor al castigo nombrado por Schicchi. Cuando el notario se va, Schicchi despide a todos y los familiares sin nada que hacer deben retirarse de la nueva casa de Schicchi. En cuanto a Lauretta, como ahora tiene una dote, no hay obstáculo para su matrimonio con Rinuccio. Schicchi al final pide la indulgencia del público en forma de aplauso.
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