Esta semana veremos Andrea Chenier , y les dejo parte del
Es una bellísima aria para tenor, pero creo que vale la pena no sólo escucharla, qué les parce?
CHÉNIER (pallidissimo) Colpito qui m'avete ov'io geloso celo il più puro palpitar dell'anima. (accenna al cuore) Or vedrete, fanciulla, qual poema è la parola "Amor", qui causa di scherno! (Sorpresi, tutti stanno curiosi ad udirlo.) Un dì all'azzurro spazio guardai profondo, e ai prati colmi di viole, pioveva loro il sole, e folgorava d'oro il mondo: parea la terra un immane tesor, e a lei serviva di scrigno il firmamento. Su dalla terra a la mia fronte veniva una carezza viva, un bacio. Gridai vinto d'amor: T'amo tu che mi baci, divinamente bella, o patria mia! E volli pien d'amore pregar! Varcai d'una chiesa la soglia; là un prete ne le nicchie dei santi e della Vergine, accumulava doni e al sordo orecchio un tremulo vegliardo invan chiedeva pane e invano stendea la mano! (L'Abate con lui altri abatini si levano scandalizzati:) Varcai degli abituri l'uscio; un uom vi calunniava bestemmiando il suolo che l'erario a pena sazia e contro a Dio scagliava e contro agli uomini le lagrime dei figli. (Tutti si sono arrabbiati contro Chénier. Gérard solo lo ascolta dal fondo della serra, agitatissimo. Gli altri fingono non udirlo.) In cotanta miseria la patrizia prole che fa? (a Maddalena) Sol l'occhio vostro esprime umanamente qui un guardo di pietà, ond'io guardato ho a voi si come a un angelo. E dissi: Ecco la bellezza della vita! Ma, poi, a le vostre parole, un novello dolor m'ha colto in pieno petto. O giovinetta bella, d'un poeta non disprezzate il detto: Udite! Non conoscete amor, amor, divino dono, non lo schernir, del mondo anima e vita è l'Amor! |
texto como para que lo vayan leyendo .
CHÉNIER
(muy pálido)
Me habéis golpeado donde yo oculto celoso
el más puro palpitar de mi alma.
(Señala el corazón)
¡Ahora veréis, muchacha, qué poema es la
palabra "Amor" que aquí es motivo de burla!
(Sorprendidos, todos lo escuchan con curiosidad)
Un día miré el
profundo espacio azul,
y sobre los prados llenos de violetas
llovía el oro del sol y
brillaba de oro el mundo;
la Tierra parecía un inmenso tesoro,
y el firmamento le servía de cofre.
De la tierra a mi frente
llegó una caricia, un beso.
¡Grité, ganado por el amor:
Te amo, a ti que me besas,
patria mía divinamente hermosa!
¡Y, lleno de amor, quise rezar!
Crucé el umbral de una iglesia;
un cura, en las hornacinas
de los santos y de la Virgen,
acumulaba dones
y a su sordo oído
un viejo tembloroso
pedía pan en vano,
y en vano tendía la mano!
(El abate y con él otros abates
se levantan escandalizados)
¡Crucé d umbral de las viviendas.
Un hombre, blasfemando,
maldecía la tierra
que apenas le daba para el erario,
y contra Dios
y los hombres arrojaba
las lágrimas de sus hijos!
(Todos gesticulan vivamente rojos de ira
contra Chénier. Sólo Gérard lo escucha
desde el fondo del invernadero, muy agitado.
Los demás fingen no escucharlo)
Entre tanta miseria,
¿qué hace la gente distinguida?
(a Magdalena)
Sólo vuestros ojos
expresan humanamente
una mirada de piedad,
en la que os he visto
como a un ángel.
Y he dicho: "¡Ésta es la belleza de la vida!"
Pero luego, con vuestras palabras,
un nuevo dolor me ha golpeado en pleno pecho.
¡Oh jovencita hermosa,
no despreciéis lo que os dice un poeta.
¡Oíd! ¡No conocéis el amor,
el amor, don divino, no lo escarnezcáis,
alma y vida del mundo es el amor!
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lunes, 11 de junio de 2012
Un fragmento de Andrea Chenier
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