miércoles, 5 de mayo de 2010

EL NACIMIENTO DE LA OPERA Parte 2

por Elizabeth Ryske 
En verdad , "Euridice" no es una ópera propiamente dicha, pero sí es el melodrama más antiguo que la llegado a nosotros en forma completa, tanto su libreto como su partitura, la cual presenta una orquesta tal vez un poco pobre, reducida a un simple sostén, pero no debemos olvidar la costumbre de la época de dejar un amplio margen para la improvisación de los ejecutantes, por lo cual es muy probable que  sonara con mayor riqueza de lo que podríamos pensar.
En verdad, estamos en lo que sería la "prehistoria operística" , y más aún podríamos remontarnos a un primer "Orfeo" de Poliziano y Germi que data del año 1474, en Mantua, y de una primitiva "Dafne" de  G. della Viola compuesta en 1486 , antecedentes que desembocan en la actividad de la Camerata Bardi y en un comienzo de siglo donde se definen claramente dos tendencias : el stile rappresentativo y el  recitar cantando. El primero de ellos es el que propone un lirismo a veces exuberante y que corresponde a la línea de Giulio Caccini (1545-1618), quien recopiló entre 1601 y 1604 sus Nuove Musiche, colección de madrigales de la que es posible conseguir una excelente grabación realizada por la soprano Maurizia Barazzoni acompañada en laúd por Sandro Volta , sumamente recomendable para escuchar este estilo que luego de pasar por la obra de Alessandro Scarlatti será el que desemboque más tarde en la escuela del bel canto. La segunda tendencia corresponde a los melodramas de Cavalieri y de Peri, estilo más puramente dramático que busca la unidad formal de texto, música y lenguaje hablado .
El duque Vincenzo Gonzaga , señor de Mantua, era un frecuente espectador de los espectáculos montados en el Palazzo Pitti , y al regreso de uno de sus viajes le propone a su maestro de capilla la creación de algo similar. Era éste un músico nacido en Cremona, en 1567, que antes de cumplir los 20 años ya había compuesto el primero de sus nueve libros de madrigales y que en 1590 entró al servicio del señor de Mantua, primero como cantor y violinista y a partir de 1602 como maestro de capilla, compartiendo con el duque numerosos viajes a Flandes y acompañándole incluso en una campaña contra los turcos. Su nombre  era Claudio Monteverdi , considerado unánimemente como el padre de la ópera . 
El resultado de este encargo fue "La favola d´Orfeo" , estrenada en la Accademia delle Invaghiti durante los carnavales de 1607 y que afortunadamente ha llegado completa hasta nuestros días, con sus cinco actos precedidos de un prólogo que abarcan una duración total de 2 horas , en la cual encontramos modificaciones tales como la intervención dramática de los coros, el uso de interludios instrumentales a modo de leit-motiv, y la novedad del aria da capo, recursos que hacen aparecer a los melodramas florentinos como meros ensayos ante esta  verdadera ópera, que es sin duda la más antigua que hoy podría ser puesta en escena .
El éxito obtenido lo llevó a estrenar al año siguiente una "Arianna" , compuesta para la bellísima cantante Caterina Martinelli, quien fuera su segundo amor tras haber enviudado varios años atrás, pero desgraciadamente esta ópera se ha perdido y sólo nos ha llegado de ella el fragmento conocido como "Lamento d´Arianna", cuya celebridad hizo que fuera copiado por numerosos músicos de la época , los que incluso crearon otras obras sobre el mismo tema ( hay un disco del sello Naxos , muy interesante para los que amamos este especial período de la génesis de la ópera , que recopila precisamente diversas versiones del "Lamento" ). Monteverdi escribió en total 18 óperas, pero de ellas sólo nos han llegado seis, incluyendo "La favola d´Orfeo", tres de las cuales son de un solo acto y están incluídas en los libros VII  y  VIII de los Madrigales siendo las otras dos las últimas que escribiera. Desgraciadamente, la mayor parte de sus óperas se ha perdido, sobre todo durante el incendio y saqueo del palacio de Mantua en 1630. Nunca se supo la verdadera causa de su repentina enemistad con el duque después de tantos años de fecunda colaboración , pero  a los 45 años, con una popularidad creciente aunque aún no consolidada , con la tristeza de la muerte de Caterina durante una epidemia de viruela, nada hacía posible imaginar que aún tenía treinta años por vivir y que serían los más esplendorosos de su carrera. 
En nuestra próxima entrega veremos la etapa veneciana de Monteverdi y hablaremos de la creación de sus obras maestras, nos despedimos hasta entonces

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